8 nov 2017

El bosque


Hace unas semanas tuve la oportunidad de visitar las tierras altas sorianas con mi colega pastor, una suerte de escapada por unas de las zonas más despobladas de esta querida tierra ibérica. Sosiego, ausencia de prisas y el aire más limpio que he respirado en lo que va de año. Para variar, no faltaron los lápiceros, algo que, combinado con el gustazo de parar el coche donde te da santa gana desemboca en bellas instantáneas. En este caso dejo caer un silencioso bosque más allá de Diustes, un pueblo que se erige donde termina literalmente el camino de asfalto para dar paso a uno de tierra. toda una fortuna poder discurrir por los márgenes la bella y extraña españa vacía.

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